miércoles, 16 de julio de 2014

CON LICENCIA DEL GOBIERNO


CON LICENCIA DEL GOBIERNO

 Cava era un huaquero .Yo diría un buen huaquero con mucho talento para cavar y dar con los huacos. Era un hombre grande con un valor  que havia temblar los secretos.
Este Cava huaqueaba con licencia del gobierno, y nosotros que nos reventábamos porque apenas prometíamos huaquear los guardias urbanos nos caían y nos quitaban lo que ni habíamos  sacado todavía. Eso daba coraje ,y más aún ver al señor Cava huaquear tranquilamente con licencia del gobierno.
 Cava descubrió todas las huacas de Virú, y cuando se encontraba objetos de poco valor los dejaba allí como olvidados, y nosotros caíamos en la gracia de encontrarlos y nos alegrábamos por el hallazgo. Este Cava savia sacar unos huacos de los que ya no se ven ni se verán. Unas caras que parecían a nosotros y a nuestras pasiones; unos motivos que sonrojaban la arcilla.
Un buen día, este Cava, sé va a la huaca de don Eloy Pulido a sondearlo un lado, por donde no viera el dueño, por la parte de atrás arrastrando para el este; cavaba día y noche para igualarnos en la jornada de sol a sol y en el riesgo heroico de arrieros a razón de cincuenta centavos por día .
Este Cava cavaba día y noche, y no nos hacía caso porque casi todos los días íbamos a desalentarlo, ya no cave don Cava, esta huaca es ingrata pues no sabe tener nada cuando uno tiene necesidad, no pierda su tiempo ya lo está viendo, usted trabaja como animal sin ofender, señor, y la huaca se porta desagradecida y como si no tuviera nada; pero es mentira, señor, pues hemos visto arder muchas veces esta huaca, cuando salíamos del rancho de la Naranjito, que por consideración no puede hacerse la retrechera. Ya se lo estamos diciendo, esta huaca es ingrata. Pero el huaquero no nos hacía caso y por toda respuesta nos decía cachaciento que huaqueaba con licencia del gobierno.
Muchos días estuvo escarbando en la huaca. Nosotros íbamos expresamente a burlarnos  en su cara: Oiga, usted, sin ofender, mas parece gallina que huaquero; mas el polvo que echa que nos polvea muy arriba de la pobreza. Pero Cava impasible, más duro que la piedra, habría la boca para decirnos que huaqueaba con “Licencia de Gobierno”. Y eso nos ardia,que un tal Cava, que ni era de Virú, se metiera con nuestra tierra. Hasta que el tal Cava saco a luz unas paredes, que parecían divisiones de muchas viviendas; peor el tal Cava no se contentó con eso si no que  siguió escarbando hasta que llego penetrar dentro, hasta tocar nuestra antigua raza, sostenido solamente con una soga a una estaca, clavada más allá del borde.
Y saben lo que encontró, no lo podíamos creer; dentro de ese lado de la huaca había un lindo plantanar y un hermoso naranjal. ¡Como brillaban los Plátanos y las Naranjas! En eso que Cava estaba pensando cómo llevarse unos plátanos y unas naranjas, sale una serpiente y envuelve a Cava y se lo lleva dentro.
Nosotros nos pusimos a esperar, pues no nos llegaba la inteligencia por ninguna parte para ayudar al hombre, y mientras esperábamos el huaquero logro salir con sus propios trucos; pero estaba muy mal que se le podía ver muy largamente la desgracia; no hablaba y arrojaba espuma y sangre por la boca; en esas horas como pudimos le echamos y nos apresuramos a llevarlo hasta Trujillo para que lo curen los médicos; unos decían que iba a morir y que por eso debíamos traer al cura para que descanse en paz;otros,que si vivía podía sacar todos los entierros, Ahí podíamos tener parte; pero nosotros no hicimos caso de nada y por eso íbamos playa, playa hasta que al llegar a Uripe,de un hueco salió chillando una lechuza y Cava se nos murió en nuestras propias narices. Era el límite del encanto, el límite de nuestra tierra.

Nuestra tierra quiso que el tal Cava descansara sus huesos aquí. Bien dicho. Buen huaquero este Cava, huaqueaba con licencia del gobierno. Buena pieza de este Cava, penetró nuestra raza y nuestra historia, solamente con un papelito que tenía la firma del gobernador del pueblo.         




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